Maestro Shifu








El Shifu había participado en esos 26 torneos de ladridos a lo largo de toda América. Sus competidores nunca pudieron alcanzar los 81 decibeles a los que llegaba su voz, que hasta un san Bernardo falleció por intentar ladrar a ese nivel. El duelo mas difícil fue  ante Bombón quien logró 78 decibeles. Regresó desgastado y maltrecho que ni el Head&Shoulders ni el MaEvans pudieron reparar el pelo dañado por tanta competencia. Ahora Shifu vive tranquilo. Está sentado y sereno mirando en un cuadro colgado en la pared la croqueta de oro que ganó y recordando cuando ladraba cada nota musical con la cadencia y fortaleza que le daba su cuerpecito.

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